Cuando
las mascotas tienen un alto porcentaje genético de razas consideradas
peligrosas tienen una gran posibilidad
de morir en la perrera, casi el 90% y en el mejor de los casos, si se muestran
dulces y amables tendrán 50% de posibilidades de ser adoptados.
Al
menos esos son los datos de los profesionales de la perrera de Pontevedra y de
los socios de la protectora Os Palleiros, quienes denuncian que las perreras no
son la solución, sino que suponen una importante inversión de dinero público
que podría ahorrarse e invertirse en prevención.
Por
ello han puesto en marcha la campaña “quiero ser suavemente chipeado”, una
iniciativa para promover la identificación de los perros mediante chip (una
obligación legal desde 2003) y la esterilización de las mascotas, a fin de
evitar camadas indeseables.
La
campaña también recuerda la necesidad de que los perros salgan con correa, de
que no deben salir a jardines de uso público y que deben recogerse sus
deposiciones.
Las asociaciones también
solicitan que los perros se incluyan en el seguro del hogar.
Actualmente la
perrera de Pontevedra cuenta con 190 mascotas, que se encuentran actualmente en
adopción. Los responsables han indicado que no creen en el sacrificio de los
animales, motivo por el cual estrechan esfuerzos para que encuentren un hogar.
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